lunes, 6 de octubre de 2008

Cómo empezar a vivir...


Cada rama seca cortada,

poco a poco, despejando el camino.

Y la púas de las zarzas se clavan en las manos...y duele.


Pero sigues, un corte aquí, otro alla.

Va pasando el tiempo y surgen los recuerdos.

Y sigues.

Para alguna rama se hace necesario el hacha y la sierra.

Pero sigues.


Poco a poco, va apareciendo la forma original.

Da igual, si el olivo está más o menos viejo.

Va apareciendo.

Y por fin acabas. Y te detienes a observarlo ahora.


Ya lo tienes, libre de todo lo que le axfisiaba.

Y el Olivo comienza a respirar.

Y también tú empiezas a respirar.

Y sientes su alivio, que también es el tuyo.

Ahora es él mismo. Su forma. El olivo.


Voy a esperar impaciente la primavera.

De qué manera crecerá, su forma, sus frutos, su evolución.


Y en la próxima poda, cuando lo necesitéis,

correré a ayudaros.

Hoy, yo también respiro mejor.

3 comentarios:

Ángela dijo...

Dicen que el río siempre acaba volviendo a su cauce.
Ojalá sea cierto

Precioso poema.
Un saludo.

Mariajo dijo...

Cierto es, amiga Angelusa.La naturaleza es muy sabia.
El río simpre lucha por mantener su cauce y NUNCA el que el "hombre" le impone. Por muchas obras de ingenieria super estudiadas y planeadas.
Y si el "hombre" intenta vencer a la naturaleza, esta se vuelve debastadora para él en el momento más inesperado. Arrasando todo en su camino. Para vover a su cauce.

En mi caso, el río está en su cauce.
Donde debía estar hace tiempo.
Ahora solo tarnscurre tranquilo, esperando un importante afluente que le arrebetaron.
Y llegará el día, estoy segura, que en cualquier orilla aparecerá.
Mi afluente. Del que hago más puras y brabas mis aguas.
Aquel que está esperando la manera de llegar, y fundirse en mis mismas aguas.
Llegará. Solo hay que esperar.
UN SALUDO AMISTOSO.

Ángela dijo...

Llegará:-)))
Y, ojalá llegue mi afluente, ese que también me fue arrebatado.

Un saludo, compañera:-))*