martes, 16 de diciembre de 2008

Como la vida.

D

Ayer fue un día tremendo.
Un cielo gris y un frío que calaba hasta los huesos
era el preludio del temporal.
La nieve caía como si desde lo alto
alguien con ganas de fastidiar estuviera vaciando un saco de espuma.
En poco tiempo todo empezó a volverse blanco.
Hoy amaneció un cielo azul y un sol muy chulo,
con ganas de hacerse notar.
Y salí a pasear por lo que aún no estaba pisoteado.
La sensación es preciosa y a la vez de "peligro".
Tienes la certeza de que estás pisando por donde nadie ha pisado antes.
A cada paso, mi huella quedaba marcada en el blanco camino.
Caminé en linea recta, así, como un funambulista
en una cuerda imaginaria.
Me parecía que así mi paso sobre ese blanco manto
era evidente pero a la vez respetuoso.
El paso era lento, miedoso.
Más de una vez resbalé sobre el hielo que no veía debajo
y estuve a punto de caer.
Y ahora en casa, delante de mi "estufica", otra vez las ideas.
Hoy ha sido como la vida después de un fracaso.
Al principio , te pilla por sorpresa...caótica, heladora.
Mientras sigue el temporal de la tristeza y el miedo,
mientras siguen cayendo los copos de la desilusión
solo buscas refugio, algo o alguien que te ampare
de ese frío que hiela el alma.
Y el día que todo empieza a amainar,
buscas seguir tu camino.
Igual que ayer, evidente pero respetuosa.
Y confieso que también con precaución.
La sensación de resbalar en cualquier momento
sobre el manto blanco de la vida persiste.
Mi idea es, que aunque resbale...
ya no sea tan grande la costalada!!!.