... que gracia me da...
ver señores que esconden tras la sotana unas ideas equivocadas a la que enseño el señor....
Me da vergüenza como imponen su doctrina,
crucifican a la vida y hablan en pos del amor.
Es imposible que en el siglo veintiuno
todavía guarden ayuno y vallan de antipecador.
Mas les valdría un examen de conciencia,
no vaya a ser que "SU EXCELENCIA"
sea acusado de dictador.
El Barrio.