La felicidad es a veces una bendición,
pero por lo general es una conquista.
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar,
nos hace ir en busca de nuestros sueños.
Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles,
vamos a afrontar muchas desilusiones...,
pero todo es pasajero, y no deja marcas.
Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
A orillas del río piedra me senté y lloré.
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