
Te he querido tanto... que aullaban los perros,
gritaban los locos, lloraban los cuerdos,
al verme intentando derretir el viejo
corazón de hielo que llevabas dentro.
Recojo mis cosas, me pongo el abrigo:
no tengo la culpa si todas tus risas y todas tus rosas...
se vienen conmigo.
Te he querido tanto y por tanto tiempo
y con tantas ganas y con tanto empeño...
con tan poca suerte, con tan poco acierto,
con poca esperanza, sin ningun remedio.
Mi amor sin respuesta se iba al vertedero,
inundando calles, alfombrando suelos,
cubriendo paredes, llenando de besos
las alcantarillas y los sumideros.
Recojo mis cosas, me pongo el abrigo,
no tengo la culpa si todas tus risas y todas tus rosas
se vienen conmigo.
Te he querido tanto y por tanto tiempo
y con tantas ganas y con tanto empeño...
con tan poca suerte, con tan poco acierto,
con poca esperanza, sin ningun remedio.
Te he querido tanto .....