A veces, cansada de decepciones, errores, faltas y promesas sin cumplir, te rindes a unos brazos que te transportan al sexo cubierto de libido, aunque solamente sea por una noche.
Apenas hace falta hablar. Con unas cuantas miradas, alguna que otra conversación interesante y compartir algunos gustos, es suficiente para dejarte llevar por el deseo que existe entre tú y alguien a quien acabas de conocer.
Cuando estás cansada de llamar a las puertas del amor y de que el amor no llame a tu puerta, cuando has echado la llave desde dentro y cerrado el candado desde fuera, solamente te dejas llevar por el deseo que te pide tu cuerpo.
Cuerpo y mente se separan. Pero los dos disfrutan al unísono cuando el sexo es el único papel importante de la función.
Apenas hace falta hablar. Con unas cuantas miradas, alguna que otra conversación interesante y compartir algunos gustos, es suficiente para dejarte llevar por el deseo que existe entre tú y alguien a quien acabas de conocer.
Cuando estás cansada de llamar a las puertas del amor y de que el amor no llame a tu puerta, cuando has echado la llave desde dentro y cerrado el candado desde fuera, solamente te dejas llevar por el deseo que te pide tu cuerpo.
Cuerpo y mente se separan. Pero los dos disfrutan al unísono cuando el sexo es el único papel importante de la función.
( de el espectaculo de la vida)
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